Un policía y un pasajero mueren tras un robo y tiroteo en un colectivo

El policía asesinado fue identificado como Esteban Nicolás Lagos, de 28 años, padre de dos hijos, quien murió en el hospital policial Churruca. El otro fallecido es Juan Roberto Bonifacio, de 34 años quien también murió de una herida de arma de fuego.

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, 20 OCT 2020 – Un efectivo de la Policía Federal (PFA) y un barrendero murieron, y otro hombre resultó herido, tras un asalto y tiroteo que se produjo a bordo de un colectivo en el barrio porteño de Barracas, informaron fuentes policiales.

El hecho tuvo lugar a las 23.40 de anoche a bordo de un interno de la línea 100, ramal 1, que circulaba por la calle Vieytes, entre Quinquela Martín y Suárez, donde fueron asaltados los pasajeros y el chofer por dos delincuentes que subieron armados.

El policía asesinado fue identificado por las fuentes como el agente Esteban Nicolás Lagos, de 28 años, padre de dos hijos y que cumplía sus funciones en la División Ferrocarril Mitre de la PFA, quien murió en el hospital policial Churruca

El otro fallecido es un barrendero de la ciudad de Buenos Aires, Juan Roberto Bonifacio, de 34 años, que iba como uno de los pasajeros rumbo a su casa en la localidad bonaerense de Sarandí, y murió también de una herida de arma de fuego.

Según las fuentes, mientras uno de los ladrones se ubicó en la parte delantera de la unidad para amenazar al chofer, otro se fue al fondo.

Por ello, cuando Lagos, quien viajaba uniformado, se levantó de su asiento para dar la voz de alto, se inició un tiroteo y fue sorprendido por la espalda por el ladrón que estaba en la parte trasera de la unidad.

A raíz delos balazos, fueron alcanzados por las balas el policía, quien presentaba al menos tres disparos, el recolector de residuos y un tercer pasajero con una herida leve en un pie.

Los dos delincuentes resultaron ilesos y escaparon de la unidad luego de robarle al policía baleado su pistola calibre 9 milímetros reglamentaria.

Luego del asalto y el tiroteo, el chofer condujo el colectivo hasta la puerta de la comisaría vecinal 4D de la Policía de la Ciudad, donde pidió ayuda y desde donde se produjeron los traslados de los baleados.

El agente Lagos fue al hospital Churruca, donde falleció, mientras que los otros dos pasajeros baleados fueron llevados al Argerich, donde Bonifacio ingresó con heridas en varios órganos y murió mientras era operado, y el otro sólo presentaba una herida leve en un pie y ya fue derivado a otro sanatorio por su obra social.

La causa es investigada por el fiscal Martín López Perrando, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 12.

Pablo Ramírez, el chofer del colectivo de la línea 100 en el que dos delincuentes mataron a un policía federal y a un pasajero, aseguró que gracias al efectivo están “todos vivos” y señaló que los asaltantes “subieron a matar por gusto”.

“Gracias al policía estamos todos ´contándola”, expresó Ramírez (45), en referencia al oficial Pablo Lagos, asesinado de varios disparos cuando les dio la voz de alto a los delincuentes que intentaron asaltar a los pasajeros del colectivo de la línea 100.

El chofer relató que, cerca de las 23.40 de anoche, dos delincuentes subieron a la unidad sobre la calle Vieytes, en el barrio porteño de Barracas, y sin mediar palabra gritaron “¡bueno, están todos regalados!” y uno de ellos comenzó a disparar.

“Subieron a matar por gusto porque no puede ser que hicimos apenas cinco metros de recorrido y ya empiecen a disparar”, dijo Ramírez en diálogo con radio La Red.

El hombre aseguró que, cuando escuchó los disparos, se agachó con el colectivo en macha y cada vez que sentía una detonación, se tocaba para saber si estaba herido.

“No sabía qué hacer; abrí la puerta, saltó el primero y la volví a cerrar porque pensé que bajaron los dos. El otro me apuntó y me pidió que abra y la puerta no se abría con el colectivo en marcha”, relató con voz de angustia.

Además, informó que los delincuentes escaparon solo con el arma del oficial Lagos y que no se robaron nada más.

Tras ello, ya con el policía gravemente herido, Ramírez continuó el trayecto hasta el Hospital Argerich, pero al pasar por la comisaría vecinal 4D de Barracas, frenó el vehículo y pidió ayuda a los policías.

Fue allí que los efectivos de la Policía de la Ciudad subieron a un móvil a Lagos para trasladarlo al Hospital Churruca, adonde llegó fallecido.

En tanto, hasta el momento Ramírez aseguró que nadie se había dado cuenta de que había otro pasajero herido de bala, el barrendero Juan Roberto Bonifacio, de 34 años.

“(Bonifacio) bajó conmigo y se quedó en la puerta y después se desplomó. Pensamos que tenía convulsiones La ambulancia vino a los cinco minutos y se lo llevó al hospital. Después nos enteramos que se murió”, expresó.

Y agregó: “Si sabía que estaba herido, seguro seguía hacia el Argerich, pero nadie lo sabía”.

Ramírez, casado y padre de tres hijos, aseguró que uno de los delincuentes tenía cerca de 45 años y, el otro, entre 25 y 30.

Por último, dijo que en los 13 años que lleva como chofer de la línea 100 “solo una vez” había sufrido un robo “pero nunca, así como hoy”.