Escalada de hostilidades entre Armenia y Azerbaiyán por el conflicto de Nagorno Karabaj

Este 27 de septiembre Armenia declaró la ley marcial y dio órdenes a sus tropas de movilizarse en medio de una escalada de tensiones con Azerbaiyán. En la disputa por el territorio de Nagorno Karabaj, ambos países se acusan de ataques contra bases militares y asentamientos civiles, que dejan ya varias víctimas mortales.

Es la mayor escalada de tensión entre Armenia y Azerbaiyán en los últimos 30 años. Este domingo 27 de septiembre Armenia acusó a Azerbaiyán de haber realizado un ataque aéreo contra el territorio de Nagorno Karabaj, mientras Azerbaiyán aseguró estar respondiendo a bombardeos de Armenia.

Azerbaiyán lanzó lo que describió como una “contraofensiva” en respuesta a ataques que asegura Armenia efectuó a primera hora de la mañana contra posiciones militares y civiles en su territorio. El presidente azerí, Ilham Alíev, informó, sin especificar la cifra, de víctimas mortales civiles y militares y aseguró responder a las “acciones armenias”. 

Por su parte, el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, denunció ataques contra objetivos civiles, incluida Stepanakert, capital de Nagorno Karabaj, territorio en disputa entre ambas naciones, y aseguró que el Ejército haría todo para proteger “nuestra patria de la invasión azerbaiyana”. El Gobierno armenio ha reportado que en los ataques ha muerto una mujer y un menor. 

Por su parte, activistas armenios de derechos humanos informaron que dos civiles, una mujer y un niño habían muerto en los bombardeos azeríes; Azerbaiyán informó de un número indeterminado de civiles azeríes muertos y de seis personas heridas en las ofensivas y Nagorno Karabaj ha reportado diez pérdidas militares. 

Armenia declara la ley marcial y una movilización general

Tras el anuncio de las primeras ofensivas, Pashinian, declaró la “movilización general” y la “instauración de la ley marcial” y llamó al personal militar “por el bien de la patria y la victoria”, una medida seguida por el presidente del territorio de Nagorno Karabaj, Araik Arutiunián, quien instó a la movilización de los mayores de 18 años.

Por su parte, el Ejército de Azerbaiyán dijo el domingo que no era necesaria una movilización militar total, ya que el Ejército cuenta con todo su personal. El Gobierno azerí negó haber iniciado las ofensivas y aseguró defender su territorio. 

El conflicto armenio-azerbaiyano se remonta a los tiempos de la Unión Soviética, cuando a finales de la pasada década de los años ochenta el territorio azerbaiyano de Nagorno Karabaj, poblado mayoritariamente por armenios, pidió su incorporación a la vecina Armenia, tras lo cual estalló una guerra que causó unos 25.000 muertos.

Aunque se acordó un alto al fuego en 1994, Azerbaiyán y Armenia con frecuencia se acusan mutuamente de ataques alrededor de Nagorno Karabaj y a lo largo de la frontera separada entre Azerbaiyán y Armenia, en 2016 al menos 200 personas murieron en un brote del conflicto y en julio otras 16 personas perdieron la vida. 

Rusia, Turquía y Francia llaman a cesar las hostilidades

Un conflicto mayor podría forzar la intervención de las potencias con influencia en la región como Rusia y Turquía, por lo que en las últimas horas varias naciones se han pronunciado respecto a la escalada. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso instó a ambas partes a cesar el fuego de inmediato y a entablar conversaciones.

Por su parte, Turquía acusó a Ereván de poner en riesgo al territorio y prometió su “pleno apoyo” a Azerbaiyán. “El mayor obstáculo para la paz y la estabilidad en el Cáucaso es la postura hostil de Armenia y debe dar marcha atrás de inmediato a esta hostilidad”, aseguró el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar.

Francia, que junto a Estados Unidos y Rusia preside el grupo de Minsk, creado para mediar en el conflicto sobre Nagorno Karabaj, instó a Ereván y Bakú a poner fin a las hostilidades y a retomar el diálogo. “Francia está extremadamente preocupada por la confrontación”, dijo en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores galo. 

El conflicto preocupa tanto a los países occidentales como a los presentes en la región. De escalar, podría profundizar la inestabilidad en el sur del Cáucaso, corredor de los oleoductos que transportan petróleo y gas a los mercados de todo el mundo. (France24)