EE. UU.: Dos senadoras republicanas se oponen a cubrir la vacante en el Supremo antes de las presidenciales

WASHINGTON, EE. UU., 21 sep 2020 – La senadora republicana, Lisa Murkowski se unió este domingo a la legisladora de su partido, Maine Susan Collins, en la posición de que la vacante dejada en la Corte Suprema de Justicia por la muerte, el pasado viernes, de la jueza Ruth Bader Ginsburg no sea ocupada hasta que pasen las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. El mandatario Donald Trump presionó por dejar designado a alguien en el cargo vitalicio antes de los comicios.

Ya van dos senadoras republicanas que se oponen a la designación de un nuevo magistrado en la Corte Suprema de Justicia durante el actual periodo de Gobierno, que está próximo a terminar. Argumentan que el nuevo presidente de Estados Unidos, que resulte de las elecciones de este 3 de noviembre, es quien debe nominar a un candidato para ocupar la vacante dejada en el cargo vitalicio.

“No respaldé aceptar la nominación (de un juez al Supremo) ocho meses antes de las elecciones de 2016 para cubrir la vacante que dejó el juez Scalia. Ahora estamos incluso más cerca de las elecciones de 2020, a menos de dos meses, y creo que deben aplicarse los mismos estándares”, aseguró este domingo la senadora republicana, Lisa Murkowski, un día después de que, la también legisladora conservadora, Maine Susan Collins mostrara la misma postura.

Los jueces para ocupar ese tribunal son designados luego de que el presidente nomine a un candidato, quien luego es confirmado o rechazado mediante votación en el Senado.

En la actualidad, los republicanos tienen la mayoría en la Cámara Alta, con 53 de los 100 escaños, y necesitarían al menos 51 votos para confirmar al eventual candidato de Trump para el Supremo. Sólo pueden perder tres respaldos antes de que el presidente del Senado, el vicepresidente del país Mike Pence, pueda emitir un voto de desempate.

Es por ello que los dos votos perdidos, con las legisladoras conservadoras que se oponen al nombramiento en estos momentos, resultan perjudiciales para la Administración Trump.

Si aparte de Collins y Murkowski, dos senadores más de la bancada oficialista se opusieran a respaldar la nominación de Trump antes de los comicios presidenciales, los demócratas tendrían el apoyo suficiente para evitar que se produjera dicho nombramiento.

En las últimas horas, el exvicepresidente y candidato presidencial Joe Biden, pidió a los republicanos que prioricen los intereses de la nación por encima de su partido político y que no confirmen a ningún aspirante al Tribunal Supremo antes de las elecciones.

“No soy ingenuo. No me dirijo al presidente Trump, que hará lo que quiera, no me dirijo a (el líder de la mayoría republicana en el Senado) Mitch McConnell que hará lo que quiera, y lo hace, le hablo a esos republicanos que están ahí, a los senadores republicanos que en el fondo saben lo que es bueno para el país (…) y no solo lo que es bueno para el partido”, dijo Biden.

Trump dice que nominará a una mujer para el cargo la próxima semana

Entre tanto, el mandatario estadounidense trabaja a contrarreloj y presiona para dejar nombrado al nuevo juez en la Corte cuando falta mes y medio de las elecciones en las que aspira a la reelección, pero cuyo triunfo no tiene garantizado. Las encuestas de intención de voto lo muestran 8 puntos porcentuales por debajo de su oponente, el demócrata Joe Biden.

Donald Trump afirmó el sábado, durante un mitin de campaña en Carolina del Norte, que para reemplazar a la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg nominará a otra mujer y prometió que lo hará, a más tardar, la próxima semana, forzando al Senado a pronunciarse al respecto sin retrasos.

Con Ginsburg, el Supremo tenía cinco jueces conservadores y cuatro progresistas. Si Trump logra la confirmación de su nominado afianzaría aún más el predominio conservador, que podría durar décadas, para adoptar decisiones cruciales en asuntos como el aborto o la inmigración, fundamentales para la base de votantes.

Según una encuesta de Reuters / Ipsos publicada este domingo, el 62% de los encuestados, incluidos muchos republicanos, prefieren que el ganador de las próximas elecciones presidenciales sea quien designe a un posible sucesor de Ruth Bader Ginsburg en el Alto Tribunal. El 23% no estuvo de acuerdo y el resto dijo que no estaba seguro.

El sondeo, realizado entre el 19 y 20 de septiembre, sugiere así que muchos estadounidenses se oponen al plan del presidente Donald Trump de cimentar una mayoría conservadora de 6 a 3 en la Corte.

Ocho de cada 10 demócratas, y cinco de cada 10 republicanos, acordaron que el nombramiento debería esperar hasta después de las elecciones presidenciales.