“La cuarentena es cosa de débiles”

Virus es una realidad que hay que enfrentar, dijo el presidente

BRASILIA, 18 SET 2020 – El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó hoy que es cosa de “débiles” respetar el aislamiento social para evitar el contagio del coronavirus, enfermedad que contrajo su ministro de Turismo, que es el noveno infectado del gabinete.

“Quedarse en casa (…) es cosa de débiles, siempre dije que el virus es una realidad que hay que enfrentar, no hay que acobardarse”, aseveró.

Bolsonaro repitió este viernes su rechazo a la cuarentena y cualquier tipo de aislamiento durante un discurso pronunciado poco después de que el gobierno informó sobre el resultado positivo del test del ministro de Turismo , Marcelo Alvaro Antonio.

El funcionario es “asintomático y seguirá trabajando desde su casa adoptando todos los protocolos recomendados por el ministerio de Salud”, se informó a través de un comunicado oficial.

Marcelo Alvaro Antonio almorzó el miércoles pasado en Brasilia con Bolsonaro y la bancada de congresistas evangélicos.

Bolsonaro y varios de los convidados no tenían la mascarilla obligatoria según establece la legislación de la gobernación de Brasilia.

El jueves 10 de setiembre asumió el nuevo presidente del Supremo Tribunal Federal, Luiz Fux, que dio positivo esta semana al igual que otras cinco personalidades que estuvieron en la ceremonia relizada en Brasilia.

Cientos de empleados del Supremo Tribunal Federal y del Palacio del Planalto, sede de la presidencia, se contaminaron con el Covid-19.

Ayer dio positivo el procurador general de la República, Austusto Aras, uno de los hombres de confianza de Bolsonaro.

En las ultimas semanas se infectaron los ministros Onix Lorenzoni, titular de Ciudadanía, Milton Ribeiro, responsable de la cartera de educación, y el titular de Ciencia y Tecnología, el exastronauta Marco Pontes.

A pesar de la larga lista de ministros y funcionarios contagiados el excapitán y presidente Bolsonaro insiste en subestimar la dolencia a la que meses atrás calificó como una “gripecita”.

El mandatario, otrora militar, se opone al aislamiento con un discurso que posiblemente tenga entre sus objetivos polemizar con las autoridades de San Pablo, que son defensoras de algún nivel a distanciamiento.

El gobernador de San Pablo, Joao Doria y el alcalde de la capital de ese estado, Bruno Covas, ambos del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centro-derecha) son opositores al jefe de Estado.

El presidente de ultraderecha pondrá en cierta forma a prueba a su popularidad en las elecciones municipales de noviembre, cuando los candidatos que tengan su apoyo enfrentarán al socialdemócrata Covas que buscará su reelección.

El discurso de Bolsonaro, que algunos califican como “negacionista”, incorporó desde el mes pasado el cuestionamiento de la obligatoridad de la vacuna contra el SARS-CoV-2.

Una prédica que tiene adhesiones en parte del público, especialmente el vinculado a las iglesias evangélicas, donde hay algunos pastores que cuestionan la vacuna.

Es en ese contexto que el presidente propuso en la noche del jueves que se reinicien las clases y se permita el ingreso de público a los estadios de fútbol.

Por su parte, el alcalde Bruno Covas propuso un retorno “gradual” a las clases a partir del 7 de octubre.

Este viernes la secretaría de Educación paulistana precisó que la retomada de las clases será para los estudiantes universitarios mientras los niños tendrán actividades extracurriculares sin asistir a las escuelas públicas.

La secretaría precisó que las clases “presenciales” de las escuelas primarias podrían reiniciarse en noviembre, pero esto aún no es seguro. (ANSA).