ARGENTINA: El municipio de Tres de Febrero inundado de basura en plena pandemia de covid 19

MARTÍN CORONADO, TRES DE FEBRERO, BUENOS AIRES, 5 JUL 2020 – Así se veía hoy por la tarde la esquina de las calles San Guillermo y Lagorio. Una montaña de desperdicios en el medio de las arterias restringía la circulación de vehículos.

Se trata de una de las tantas calles inundadas de basura en un municipio que se caracteriza por generar zonas liberadas para el vuelco de residuos, y que, hoy por hoy, ya no tiene el dinero suficiente para pagar la fiesta de la impunidad que creó.

Mientras el mundo apuesta a la limpieza, la desinfección, el distanciamiento social y otras medidas sanitarias para evitar la propagación del virus covid 19, en el municipio de Tres de Febrero las autoridades van a contramano de las recomendaciones de la OMS y del gobierno nacional y provincial, y han decidido convertir los barrios en microbasurales.

La verdad que permitir que las calles se inunden de basura ilegal, no parece ser la decisión más acertada como estrategia sanitaria para enfrentar la pandemia.

En Tres de Febrero hay basura ilegal por todos lados, porque la municipalidad permitió que los contraventores se lanzaran a las calles a arrojar todo tipo de desperdicios.

La falta de una política municipal seria para evitar ese vuelco ilegal de basura en las calles, generó un desorden absoluto que impactó de lleno en las finanzas del municipio y en la salud y seguridad de los vecindarios.

Hay tanta impunidad para arrojar basura ilegal en las calles de Tres de Febrero, que hasta llegan de otros distritos a volcar los desperdicios sin temor a sufrir consecuencias.

Si duda había problemas en la gestión anterior, con el intendente Curto, de eso no cabe la menor duda. Pero a Valenzuela los vecinos lo votaron para generar cambios en este sentido. Pero lo cierto es que los cambios no llegaron, y la situación se agravó. Y ya no alcanza con echarle la culpa a los malos vecinos.

Un Estado organizado debe tener fuerza para imponer y mantener las normas que se dictan para ofrecer seguridad a sus habitantes. Las conductas individuales que atentan contra la vida, los derechos y los bienes de los ciudadanos o generan perturbación del orden público, deben ser reprimidas y el uso de la fuerza es una herramienta del Estado necesaria para hacer cumplir la ley.

El intendente tiene la obligación de hacer cumplir la ley e imponer el orden. Echarle la culpa a los demás no lo exime al intendente de cumplir con sus obligaciones.

La municipalidad ya no tiene plata para pagar la fiesta que creó, y las consecuencias están a la vista: los barrios están inundados de basura y los vecinos en riesgo.