Crimen llena vacío de gobierno en México

Entrega créditos y víveres y apalea a violadores de cuarentena

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, 28 ABR 2020 – El crimen organizado está llenando el vacío que ha dejado el gobierno mexicano, tanto al brindar ayuda alimentaria y otorgando préstamos a comunidades pobres, como al usar la “mano dura” para imponer la cuarentena, aque es voluntaria en todo el país, excepto en algunos estados.

En algunos de sus principales bastiones, las bandas delincuenciales se han adaptado a los tiempos y han decidido asegurarse de una base social de respaldo y al mismo tiempo de una plataforma clientelar, para asegurar la protección de sus negocios a futuro.

Aprovechando que las autoridades locales y federales han sido poco generosas para respaldar económicamente a las personas que han sido despedidas o han quedado cesantes a raíz de las medidas de aislamiento social vigentes desde el 23 de marzo pasado, las empresas criminales lanzaron su propia campaña filantrópica.

Entre otras cosas, quienes suelen atemorizar a poblaciones enteras ahora se reinventaron temporalmente para convertirse en activistas sociales, haciendo entrega en lugares públicos de cajas y bolsas con comida y artículos de la canasta básica.

Siempre vestidos de negro y con el rostro cubierto por capuchas, los miembros de las bandas también otorgan créditos por ahora “blandos”, aunque después no se sabe, a personas ávidas de un poco de liquidez para afrontar la falta de recursos derivado de la pandemia de Covid-19.

Las bolsas de las despensas repartidas llevan la imagen del benefactor correspondiente, destacando la de Joaquín “El Chapo” Guzmán, hasta hace poco jefe de Cártel de Sinaloa, el más poderoso del país, pero desde hace un año condenado a 10 cadenas perpetuas por tráfico de drogas.

También sobresale como uno de los “Robin Hood” de la temporada, el poderoso jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera “El Mencho”, el hombre más buscado de México y quien disputa el lugar que dejó vacante “El Chapo” y que ahora dirigen sus hijos y su compadre Ismael “El Mayo” Zambada.

La gente suele brindar aplausos y gritar de alegría, reaccionando con agradecimiento, ante este gesto benevolente de los grupos fuera de la ley.

Pero las organizaciones criminales también han mostrado su otra vocación, la violenta, para imponer la cuarentena y obligar a la gente a resguardarse dentro de sus viviendas.

Por ejemplo, en diversos lugares públicos del estado sureño de Guerrero, colocaron pancartas en las que amenazaron con “levantar” (secuestrar) a quienes violen el aislamiento social y salgan a la calle.

De acuerdo con videos difundidos por las redes sociales, en la localidad de Teleolapan, también en Guerrero, algunas personas fueron golpeadas por desconocidos con palos por salir de sus viviendas y no cumplir con la instrucción de quedarse en casa.

En Tecpan, otra población de esta provincia, uno de los epicentros de la violencia que azota al país desde hace 13 años y arroja unos 280.000 muertos y más de 60.000 desaparecidos, convoyes de hombres armados recorren las calles para vigilar que la cuarentena sea escrupulosamente acatada.

Además, en este lugar se impuso un toque de queda desde las 18 horas, bajo la advertencia de que quien no se ajuste a la medida será “tableado” (golpeado).

En el norteño estado de Sinaloa, se ordena en un video divulgado por Internet a la gente quedarse en su vivienda por órdenes de “los chapitos”, los hijos de “El Chapo” Guzmán.

“A las 10 de la noche, por favor, adentro de sus casas. No estamos jugando. No es juego”, se oye una voz en uno de los mensajes, en el cual se advierte que quienes no acaten las medidas, serán víctimas de los “justicieros” que a nombre de “Los Chapitos”, usarán otros métodos para hacerlos entrar en razón.

Por si alguien dudara de estas amenazas, en otro video un hombre, que yace en el suelo, se retuerce de dolor, rodeado por tres personas con fusiles automáticos y chalecos antibalas que lo golpean con tablas en la espalda y las nalgas.

La víctima, casi desnuda, suplica que se detengan pero los agresores lo siguen golpeando por haber violado la cuarentena.

“Los sicarios que con una mano sonríen y regalan despensas, con la otra sostienen una tabla con la que golpean y se ríen de ti”, señaló el periodista local de Sinaloa Oscar Balderas. (ANSA).